Arquitectura, urbanismo y salud integran la historia del ascensor

Luego de la pandemia del Coronavirus, la forma en la que se piensan las nuevas construcciones ha cambiado, por lo que arquitectos, diseñadores, desarrolladores y urbanistas, deben atender a las necesidades sanitarias de las oficinas, hoteles, centros comerciales y las nuevas modificaciones en los edificios departamentales.

Los espacios más abiertos y la ventilación cruzada, son solo algunas de las principales opciones; sin embargo, con los avances en materia de tecnología se han implementado ascensores inteligentes con botonera adicional contactless con la finalidad de disminuir toda posibilidad de contagio, generando un lugar seguro.

Cabe destacar que, también en edificios ya establecidos, es posible que se integren este tipo de tecnologías mediante la actualización de los elevadores, optimizando el flujo de personas y la eficiencia operativa.

Incluso, empresas como KONE incluyeron herramientas que permiten a los propietarios personalizar, mejorar y combinar el diseño interior de la cabina.

Al pensar en el término ‘accesibilidad’, todos los involucrados deben plantear un entorno y ciudades con un diseño que sea para todos, sin importar las condiciones físicas, dotando de igualdad de oportunidades a cualquiera. Es así como la arquitectura y el urbanismo juegan un rol fundamental a la hora de generar un ambiente inclusivo.

Desde hace años, la relevancia de la invención de los ascensores supuso “toda una revolución” para las ciudades y el paisaje arquitectónico.

En España, por ejemplo, entre el mantenimiento y reparación de éstos, el mercado captó 2 mil 435 millones de euros en 2019, su máximo en ocho años, según información del Observatorio Sectorial DBK.

Historia
Cabe recordar que el primer elevador de pasajeros se instaló en 1857 en una tienda departamental en Nueva York, el cual funcionaba con un motor de vapor y se desplazaba 12 metros por minuto.

Actualmente, los más rápidos suben y bajan a más de 12 metros por segundo. Al principio, no todos los edificios contaban con ascensores por su alto precio, más bien, comenzaron siendo vistos como artículos de lujo en algunas de las mejores ciudades del mundo.

Para su tiempo, su diseño era completamente diferente, con asientos tapizados, espejos en los muros y con pequeños candelabros en el centro de la cabina; eran más bien salones con un operador que cerraba las puertas de forma manual. Los edificios entonces no eran altos, pero resultaban ser una atracción para quienes buscaban no subir escaleras.

Años más tarde, los rascacielos empezaron a cobrar altura, a la par que los ascensores evolucionaban con sistemas hidráulicos y motores eléctricos, durante la segunda década del siglo XX.

En Estados Unidos
En 1931 se inauguró el Empire State, un símbolo de la arquitectura en esa época que, con 381 metros de altura, consiguió ser el más alto del mundo hasta 1970; tenía 73 elevadores y viajaban a 365 metros cada 60 segundos.

Hoy en día, el elevador más rápido del mundo se encuentra en la Shanghai Tower (632 metros), del arquitecto Art Gensler, considerado como el segundo rascacielos más alto del mundo. Sus 106 elevadores se elevan y bajan 74 km/s.

Por otro lado, el Burk Khalifa, que ocupa el primer puesto en altura a nivel mundial, cuenta con 57 elevadores y, si bien ninguno viaja a los 160 pisos, están dispuestos en líneas exprés en secciones diferentes del edificio.

En 2013 inició la construcción de Jeddha Tower, en Arabia Saudita, destinada a ocupar lugar uno en cuanto a edificios de mayor altura, con 168 pisos (mil metros).

Para éste, el fabricante de elevadores Kone tenía como desafío “proporcionar una solución innovadora para el rápido transporte digital”, por lo que, como solución, buscó revolucionar la tecnología de los cables de fibra de carbono, para el no uso de los cables de acero convencionales.

Cabe mencionar que la construcción de dicha torre se pausó en 2018, por lo que aún no existe una fecha confirmada para su inauguración.

La integración y adopción de los ascensores es más que necesario, dependiendo y considerando las características específicas de cada edificio considerando que el crecimiento de la población trajo consigo el diseño y creación de ciudades verticales con edificios de uso mixto, para incluir no solo viviendas, sino locales comerciales y, en algunos casos incluso escuelas y hospitales.